Las adicciones
es una problemática actual de la adolescencia.
Casi
todos conocemos algún caso de adicción: amigos, familiares o compañeros adictos
al alcohol, al tabaco, a medicamentos legales o a drogas ilícitas. El objeto de
la adicción puede variar, pero la respuesta conductual es similar, ya que todas
estas adicciones provocan la misma reacción en la química del cerebro.
Hoy éstas
se definen como una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso
compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al igual
que otras enfermedades como la diabetes, la adicción se puede tratar, y aunque
no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la
duración de la vida.
Efectos
de algunas sustancias
Nicotina. Estimulante que se encuentra en
cigarros y otras formas de tabaco. Es muy adictiva y al fumarse eleva el riesgo
de cáncer, enfisema, trastornos bronquiales y problemas cardiovasculares.
Alcohol. Su consumo puede dañar el
cerebro y la mayoría de los órganos. Las áreas cerebrales especialmente
vulnerables a esta droga son la corteza cerebral (funciones ejecutivas), el
hipocampo (memoria y aprendizaje) y el cerebelo (coordinación de movimientos).
Mariguana. Puede dañar la memoria y el aprendizaje de corto plazo, la capacidad
de concentración y la coordinación. Aumenta el ritmo cardiaco y puede
perjudicar los pulmones, así como elevar el riesgo de desarrollar psicosis en
personas vulnerables.
Inhalables. Sustancias volátiles que se
encuentran en muchos productos caseros, como pinturas, pegamentos y algunos
aerosoles. Son extremadamente tóxicos y pueden dañar el corazón, los riñones,
los pulmones y el cerebro.
Cocaína. Estimulante que por la brevedad
de sus efectos se suele consumir varias veces en una sola sesión. Puede
provocar graves consecuencias médicas relacionadas con el corazón y los
sistemas respiratorio, nervioso y digestivo.
Enfermedad
crónica.
El
cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de
dependencia. He aquí algunos signos que sugieren adicción: consumir la droga de
manera regular, imposibilidad de dejarla, gastar en droga más de lo que se
tiene, extralimitarse para obtener droga (incluso robar) y sentir que se
necesita la droga para funcionar cotidianamente.
Al
ingresar en el cerebro las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e
interfieren en el proceso normal de intercambio de información neuronal.
Biología
y ambiente
Como todo
lo que influye en nuestra salud física y mental, la propensión a las adicciones
proviene de varios factores biológicos y ambientales. "Los factores
genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son factores
ambientales, sociales, culturales, dietéticos.
Algunas
personas pueden definirse como más vulnerables, pues tienen un riesgo mayor de
desarrollar una conducta de abuso de sustancias; son las personas proclives a
conductas de riesgo o a la búsqueda de novedades.
Principales
factores de riesgo
- Conducta agresiva temprana
- Habilidades sociales
deficientes
- Ausencia de supervisión
paterna
- Compañeros/amigos que abusan
de sustancias
- Disponibilidad de la droga
- Pobreza …
y de
protección
- Autocontrol
- Relaciones positivas
- Supervisión y apoyo paterno
- Información
- Políticas contra el uso de
drogas
- Cohesión comunitaria
La
adolescencia, factor de riesgo
"Toda
la parte del cerebro que es responsable del juicio, raciocinio y control de la
conducta se desarrolla hasta los veintitantos años", explica la doctora
Medina Mora. Como los adolescentes suelen tomar sus decisiones a partir de las
emociones y no del juicio y el raciocinio, es más probable que abusen de las
sustancias. El problema principal es que en esa etapa de desarrollo el cerebro
es mucho más vulnerable. "La adolescencia es una época en la que se están
desarrollando todas las conexiones y exponer el cerebro a las drogas a esa edad
tiene consecuencias mucho más dañinas", indica la especialista.
La
prevención
"Evitar
todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que
sabemos que es positivo".